Llegada a Delhi por la mañana y traslado a un hotel con jardín con periquitos salvajes y una bonita piscina. A algunas personas Delhi le puede resultar un choque cultural y les llevará cierto tiempo acostumbrarse al polvo, el calor y el ajetreo de la ciudad. Delhi es una ciudad moderna y cosmopolita, con zonas de negocios, una estupenda red de metro y muchos recuerdos culturales de su antigua civilización y su colorida historia. En esta ciudad hay mucho que ver y hacer. Considere la posibilidad de visitar el fuerte Rojo, en el casco antiguo, su bonito palacio y fortaleza mogol, o la llamada mezquita del viernes. El antiguo bazar, Chandni Chowk, el complejo Qutub Minar o la asombrosa tumba de Humayun también merecen una visita. En Nueva Delhi podrá contemplar los impresionantes edificios de Lutyens, construidos para celebrar que la ciudad era la capital del Raj y conmemorar la presencia británica en la India.

Por la mañana tendrá que dirigirse a la estación de ferrocarril y tomar el tren Shatabadi Express con destino a Amritsar. El tren saldrá a las 7:20 de la mañana y la hora de llegada será sobre las 2 de la tarde. En Amritsar se encuentra una gran población de sijs de la India y uno de sus templos más impresionantes. A su llegada, será recibido por un miembro de nuestro personal y trasladado a su hotel.

Al atardecer, nos dirigiremos a la frontera de Wagah en un trayecto de una hora. Su destino está ubicado en la frontera entre India y Pakistán, a medio caballo entre Amritsar y Lahore, donde podrá experimentar en qué consiste un cierre de fronteras. Todos los días, antes de que se ponga el sol, tiene lugar una ceremonia de 45 minutos de arriado de bandera entre los rangers pakistaníes del Sutlej y las Fuerzas de Seguridad Fronteriza de la India.

Tras ello, será hora de visitar el sagrado Templo dorado, el santuario más sagrado para los sijs de todo el mundo. Esta estructura fue terminada en 1601 por el guru Arjun, sucesor del cuarto gurú de los sijs, guru Ramdas, quien la inició. Se trata de una fina armonía de diseños arquitectónicos islámicos e hindúes, y un impresionante espectáculo visual. La cúpula invertida en forma de flor de loto siempre es muy apreciada por los viajeros.

El Templo dorado está rodeado de tanques de agua bendita en los que se bañan los peregrinos sijs. El apacible ambiente está salpicado de un recital melódico, el Akhand Path, del guru Granth Sahib, el libro sagrado de los sijs. Aquí podrá observar cómo los devotos se turnan para atravesar el santuario principal.

Tras un agradable rato explorando este complejo, existe la posibilidad de disfrutar de una comida gratuita en el Langar, una cocina/comedor comunitaria. El Langar nació con la ayuda del primer gurú sij, Nanak. La idea era crear igualdad de condiciones para todas las personas, independientemente de su color, religión, credo, sexo o condición social. Este drástico concepto tuvo sus orígenes en la India del siglo XVI, una sociedad ordenada por castas. Aquí se encuentra la cuna del sijismo.

En el comedor comunitario podrá visitar la sección de cocina para ver cómo se prepara la comida y aprender a enrollar chapattis. Todos los días, un gran número de personas acude a cenar al Templo dorado, cuyo inmenso comedor social tiene capacidad para 3.000 comensales. La cocina funciona unas 20 horas al día. Le sorprenderá saber que ayudantes voluntarios, a los que se les conoce como sewadars, se encargan de todos los preparativos previos a la cocción.

A continuación, si así lo desea, puede darse un paseo guiado por la ciudad vieja de Amritsar, también conocida como Hall Bazaar. Allí se topará con una gran variedad de tiendas con viviendas en la parte superior. Cada uno de estos katra es único porque se alinean en estrechas callejuelas y callejones interiores. El bazar le resultará de lo más interesante, ya que allí se vende una amplia colección de joyas, textiles y ropa. Entre los bazares destacan Guru Bazaar, Katra Jaimal Singh y Mai Sewan Bazaar. Otros como el Bazar Bartan venden todo tipo de utensilios, mientras que Katra Sher Singh vende té.

Continúe su viaje hasta el mercado de Papad-Wadian, que se encuentra detrás del Templo dorado. Se trata de una combinación de puntos de venta al por mayor y al por menor donde encontrará de todo: jutis punjabíes o calzado, chales y estolas, lanas, salwar-kameez de mujer (especialmente el patiala salwar) y artesanía local tradicional como phulkari, chales bordados y pañuelos para la cabeza.

A primera hora de la mañana, podrá realizar una segunda visita opcional al sagrado Sri Harmandir Sahib, conocido popularmente como el Templo dorado. Tras ello, regresará al hotel para desayunar.

Después del desayuno, saldremos de Amritsar por las llanuras del Punjab y nos dirigiremos a Dharamsala, la antigua estación de montaña británica. Esta era una ciudad tranquila hasta que el Dalai Lama se trasladó aquí en octubre de 1959, en plena invasión china. McLeod Ganj está a 500 metros sobre Dharamsala, siendo esta parte de la ciudad la de mayor influencia tibetana. Este será nuestro punto de partida y visitaremos el monasterio budista de Namgyal o pequeña Lhasa, la iglesia de San Juan en pleno desierto y el templo de Kalachakra. Por la tarde disfrutará de tiempo libre. Así que, quizá le apetezca pasear por los alrededores y disfrutar de algunos aperitivos tibetanos típicos.

Parada histórica opcional al fuerte de Kangra

El viaje continúa haciendo una parada en el impresionante fuerte de Kangara, situado en la cima de una montaña. Al acercarse a la entrada, encontrará un museo con una colección de fotografías antiguas del fuerte antes de que ocurriera el desastre en 1905. Entonces, un terremoto causó serios daños a algunas de las esculturas de piedra, ídolos y tallas.

El día 4, pasaremos la mañana en McLeod Ganj. Dedicaremos unos 30 minutos a visitar el Instituto Norbulingka, sin olvidarnos del Kangra Art. En este instituto se pueden ver artes y oficios tradicionales tibetanos. Con una gran ubicación y magníficos alrededores, el instituto consta de centros de formación, una cafetería, un museo de muñecas, talleres y un templo. Aquí se pueden apreciar las hábiles obras de arte observando la creación de thangkas tántricos (coloridos tapices budistas cuidadosamente bordados). La colección de este edificio también incluye muebles, pinturas y trabajos en metal.

Con una gran colección de miniaturas de Kangra, el Museo de Arte de Kangra es el lugar ideal. En este museo también se pueden ver un gran número de telas y bordados, tallas de templos y palanquines de los rajas locales. Pero la cosa no acaba ahí, puesto que también hay una escuela para perfeccionar el arte de la pintura en miniatura.

Al atardecer nos dirigiremos al lugar donde el Dalai Lama impartió sus famosas enseñanzas. El templo Tsuglagkhang, o templo del Dalai Lama, está situado justo al lado de su residencia. Quizá tenga suerte y el propio Dalai Lama le permita asistir a una de sus audiencias públicas. Otro lugar que merece la pena visitar es el templo Bhagsu Naag, construido en el siglo XVI por un rey local. Este templo ofrece unas vistas espectaculares, un pequeño estanque y una bonita cascada.

Para conocer más a fondo esta zona, puede recorrer la ciudad por la noche. Hay una gran variedad de tiendas de artesanía, librerías y atractivos cafés. Incluso puede considerar la posibilidad de asistir a una clase de iniciación al budismo tibetano. También hay clases de cocina tibetana y varias más entre las que elegir.

Si desea llevar su exploración al siguiente nivel, podemos organizarle una excursión a la parte alta de la colina cercana. Allí, nuestro guía local le contará un montón de datos interesantes sobre la zona.

Sugerencia: quizá le apetezca visitar Bhagsu, el antiguo templo y la cascada.

Tras el desayuno, emprenderemos un viaje de 6 horas a Manali, con parada en Mandi. A continuación, nos dirigiremos a través de bellos paisajes hacia el pintoresco valle de Kangra. Allí, tendremos tiempo de parar en una de las muchas plantaciones de té de la zona, antes de detenernos en la ciudad de Mandi para almorzar. Después nos dirigiremos hacia el este y veremos el río Beas y el pintoresco valle de Kullu. Tras ello, viajaremos hacia el norte, siguiendo el río hasta llegar a Manali. El paisaje se volverá cada vez más impresionante a medida que ascendemos por el valle, cuando se podrán observar bosques de pinos y abetos. Los cineastas de Bollywood disfrutan rodando películas en hindi en estas colinas. Manali es una concurrida estación de montaña y es muy popular entre los turistas indios porque ofrece un respiro del calor.

El resto del día podrá explorar Manali a su aire. Por la tarde, quizá le apetezca pasear por los mercados de Manali, donde encontrará un animado bazar tibetano lleno de recuerdos como chales, bufandas, artesanía y joyas.

Añada una noche más en Manali si lo desea y vea qué puede hacer al día siguiente:

Excursión en bicicleta de Manali al castillo de Naggar

Ir en bicicleta es la forma ideal de explorar la zona de Manali. Puede cruzar el río Beas y dirigirse hacia el sur, al castillo de Naggar. Por el camino verá campos de arroz, huertos de manzanos y pequeñas aldeas. El castillo de Naggar es una estructura de madera y piedra construida hace más de 500 años por el rajá Sidh Singh. Hoy en día, el lugar es un hotel patrimonial. Aunque el viaje a Naggar es casi todo cuesta abajo, la vuelta puede ser complicada, por lo que tiene la opción de regresar en coche. Tanto si va en bicicleta como en coche, le sorprenderá el impresionante paisaje de montaña.

Cerca de este castillo se encuentra la finca de Nicholas Roerich. Roerich fue un artista ruso que vivió en Naggar junto a su esposa también rusa, Helena Roerich. Roerich viajó extensamente a lo largo y ancho de Ladakh y el Tíbet. A día de hoy, todavía encontrará algunas de sus asombrosas obras en la Galería de Arte Nicholas Roerich de Naggar, la cual abre sus puertas todos los días, excepto los lunes.

Exploraremos los antiguos templos del pueblo de Naggar y regresaremos a Manali. Tras una parada para tomar café y pasteles en Naggar, emprenderemos el camino de regreso a Manali.

Explorar Manali

Esta ciudad fue en su día punto de partida de la antigua ruta comercial hacia Ladakh. Ahora, se trata de una localidad muy visitada por turistas indios que quieren ver el Himalaya, y es el punto de partida de la carretera a Leh. Este pueblo, antaño tranquilo, es ahora una próspera ciudad turística con numerosos restaurantes, cafés y hoteles, enclavada en el increíble valle del Beas y con un impresionante telón de fondo montañoso.

Al atardecer, haremos una excursión de medio día para visitar el templo de Hidimba Devi, de 400 años de antigüedad y el más importante de Manali. Este templo está dedicado a la diosa Hidimba Dev, un personaje indio de la epopeya Mahabharata. El templo está flanqueado por impresionantes bosques de cedros en las estribaciones del Himalaya. También merece la pena visitar el templo de Manu, antiguo legislador de la India.

Comenzaremos el día con un paseo de 10 minutos hasta el templo de Hadimba y, tras ello, haremos una breve excursión a dos monasterios locales. Nuestra siguiente parada serán las aguas termales de Vashist.

El viaje a Leh comenzará a lo largo del río Beas. Desde allí, cruzaremos el Rohtang La, el primer paso del viaje a 3.978 m. A esa altura se pueden contemplar magníficas vistas panorámicas de majestuosos picos y glaciares. Este paso era muy utilizado en las primeras exploraciones del Himalaya. Aunque el tiempo puede estar nublado y brumoso al sur del Rohtang, cambiará una vez que crucemos el paso hacia la zona de Lahaul. Entonces, en lugar de exuberantes valles verdes, ante su vista se abrirá el desierto montañoso de la meseta tibetana.

La cultura y las gentes de Lahaul son más tibetanas que indias, ya que Lahaul es el límite septentrional de Himachal Pradesh. Al entrar en Lahaul notará la transición al budismo desde la influencia hindú. Desde aquí, y por la estrecha carretera del valle, nos dirigiremos hacia el norte mientras las montañas se alzan a nuestro alrededor. Conduciendo por esta estrecha carretera, que sigue los ríos Bhag y Chenab durante los últimos 60 km del recorrido, llegaremos a Keylong. Una vez allí, nos trasladaremos unos kilómetros hasta Drilbu Retreat, en Tupchiling a 3.405 m de altitud.

Haremos noche en un campamento de tiendas en Keylong.

Este día estará dedicado a la aclimatación para acostumbrarse a la altitud. Hay varios monasterios no muy lejos de Tupchiling. También podrá visitar Keylong, la capital de la zona de Lahaul, a 3.349 m. Aunque Lahaul es verde y tiene campos de patata y cebada, sauces y álamos que salpican el paisaje, se sentirá como en una localidad de alta montaña. Los elevados picos protegen de las lluvias monzónicas. Junto a los sauces, hay arroyos y bonitos campos verdes, con cumbres nevadas como fascinante telón de fondo.

Hace falta más o menos un día para acostumbrarse por completo al enrarecido aire del Himalaya, por lo que sugerimos un par de paseos cortos por los alrededores de Keylong antes de cruzar los pasos más altos.

El  primero de estos pasos comienza con un lento trayecto de 30 minutos, ascendiendo 150 metros por el estrecho sendero de montaña hasta Kardang Gompa, el monasterio más importante de la región y que data del siglo XII. También se puede echar un vistazo al pueblo de los alrededores. La gigantesca estructura del monasterio de Kardang está adornada con banderas de oración. Allí encontrará una excelente colección de thangkas, o pinturas budistas y también una gran biblioteca de literatura budista, además de varios instrumentos musicales. A su alrededor podrá observar llamativos murales y coloridos frescos.

Tras esta parada, conduciremos 20 km y cruzaremos el río Bhag. Luego caminaremos durante una hora hasta llegar a 350 m sobre Keylong y nos dirigiremos al Shashur Gompa, un monasterio que data del siglo XVI. Desde cada monasterio se pueden ver todos los demás a través del valle.

Tras nuestra intensa jornada nos dirigiremos al Hotel Ibex, ubicado en Jispa, donde haremos noche.

Vídeo: Caminata a Kardang Gompa en Keylong

El día 8 nos dirigiremos a una zona más árida y menos poblada, cruzando el Himalaya por el paso de Baralacha La (4.884 metros). Si empezamos temprano nos dará tiempo de sobra para superar los pasos más altos. Hay un total de 21 bucles, llamados Gata Loops, los cuales tienen curvas cerradas y una subida de 477 metros a Nakee La (4.739 metros), seguida de Lachulung La (5.065 metros). Seguiremos cruzando las llanuras de Morey para llegar a Tso Kar unas 7 horas más tarde.

A lo largo del camino podremos contemplar impresionantes vistas de pináculos con rocas en equilibrio en la cima, así como espectaculares cañones y otras maravillas naturales. ¡Imagínese cómo se construyó esta carretera a través del duro paisaje montañoso!

En Pang abundan las tiendas de té, donde podremos disfrutar de una taza antes de continuar hacia el norte por las llanuras de Morey. Los resistentes nómadas changpa habitan estas enormes llanuras de gran altitud, y es posible ver a lo lejos sus campamentos y enormes rebaños de yaks. Desde aquí dejaremos la carretera principal y nos dirigiremos al abierto paisaje del lago Tsokar.

Descansaremos instalándonos en un campamento fijo a un kilómetro y medio del lago Tsokar (no se puede acampar en la orilla por razones ecológicas). Se trata de un lago de agua salada, que permite a los comerciantes de Ladakh y a los nómadas chamgpa comerciar y proteger esta vital industria.

Si observar aves es una de sus aficiones, ha llegado al lugar adecuado. Aquí encontrará un gran número de urogallos tibetanos y grullas cuellinegras. Además, las llanuras colindantes de Morey y la cuenca de Tso-kar son hábitats esenciales del kiang, el mayor de los asnos salvajes, así como de lobos tibetanos o gacelas.

Pasaremos la noche en tiendas de campaña. Si lo prefiere, en Tso Kar podrá alojarse en pequeñas casas de familias locales.

Después del desayuno, se le proporcionará un almuerzo para llevar y nos dirigiremos directamente a Leh. Ascenderemos el paso de Taglang La a 5.358 m. Se trata del segundo paso transitable más alto del mundo. Desde este paso, disfrutará de unas impresionantes vistas de las montañas del Karakórum y del valle de Ladakh. Tras ello, descenderemos hasta llegar a Rumtse y Lato (4.014 m), conduciendo por el valle del Indo.

Lo siguiente en la agenda de hoy es descender hasta el río Indo en Upshi a 3.384 m. Conduciendo junto al río Indo y siguiéndolo río abajo, pasaremos por algunos de los monasterios locales, los cuales visitaremos más adelante.

Otros 50 km nos conducirán al pueblo de Saboo, un lugar fértil y atractivo no lejos de la ciudad de Leh y junto a la carretera principal. Este tranquilo y apartado pueblo contrasta con el paisaje bastante árido que lo rodea. Aquí se ven casas tradicionales, arroyos que atraviesan arboledas de sauces y álamos y campos cultivados. Desde este mirador podrá disfrutar de las espectaculares vistas de la cordillera Stok Kangri y otras montañas.

Pasaremos la noche en el encantador hotel de estilo tradicional Saboo Resort. Si prefiere alojarse en Leh, hay un par de opciones de lujo como The Grand Dragon Leh o Ladakh Residency. También puede optar por alojarse en el Stok Palace Heritage Hotel, antiguo palacio de la realeza de Ladakh y ahora convertido en un bonito hotel patrimonial.

Al llegar a Leh nos podremos relajar dando un corto paseo por la ciudad.

A veces conocido como el «pequeño Tíbet», Ladakh es el lugar más remoto y elevado de la India. Cultural y visualmente, esta región se parece más al Tíbet que a la India. Esta región no recibe muchas precipitaciones porque, al igual que el Tíbet, está situada al norte de la cordillera principal del Himalaya. Esto significa que, a diferencia de la mayor parte del Himalaya, los meses de verano son una buena época para planificar una visita a la zona. Se sorprenderá con sus bellos y áridos paisajes montañosos, sus monasterios, sus palacios y su patrimonio cultural que bien merecen una visita. Verdes oasis salpican un paisaje que, de otro modo, sería árido. Aquí se pueden encontrar burbujeantes arroyos que pasan junto a arboledas y aldeas de casas tradicionales con tejados planos. El profundo legado budista tibetano de esta zona queda patente en la devoción local por sus característicos monasterios.

Haremos noche en Leh.

El valle del Indo y Leh están rodeados por las altas montañas del Himalaya, incluido el espectacular Stok Kangri, siempre cubierto de nieve y que puede verse desde la ciudad. El valle del Indo atraviesa las bellas montañas con otros valles que conectan con él, fértiles y cultivados. Antiguos monasterios y palacios vigilan los campos y pueblos. Este día visitaremos varios lugares espectaculares al este de Leh, en el valle del Indo.

Nuestra primera parada será el monasterio de Hemis, situado a unos 47 km de Leh, sobre el río Indo. Este monasterio, que data de 1630, pertenece al linaje Drukpa u Orden del dragón del budismo Mahayana, y es el más rico y grande de todo Ladakh.

A continuación, visitaremos Thikse Gompa, una espectacular gompa que se encuentra en una elevada colina sobre el Indo. Junto a la entrada verá una estatua de Chamba de tres pisos de altura, que es el Buda del futuro, y podrá disfrutar de espectaculares vistas de todo el valle. En este monasterio hay más monjes que en ningún otro de la zona, unos 100 monjes de gorro amarillo. Las oraciones matutinas tienen lugar a las 6:30 a.m., pudiéndose asistir a ellas al mediodía. Antes de la hora de la oración, se pueden escuchar los prolongados sonidos de los cuernos desde el tejado. El monasterio de Thiksey es conocido por su parecido con el palacio de Potala de Lhasa (Tíbet).

La siguiente parada del itinerario es el palacio de Shey, antiguo palacio de verano de los reyes de Ladakh. Lhachen Palgyigon, el primer rey de Ladakh, construyó este palacio en el siglo XVI. Junto al palacio de Shey se encuentran las ruinas de una construcción aún mayor. Desde este mirador se puede contemplar la fértil llanura en dirección a Thikse Gompa. Además, por encima del Indo verá la espectacular cordillera de Zanskar.

El palacio de Shey alberga la estatua de Buda más grande de Ladakh, hecha de láminas de cobre dorado y oro, y con el pelo azul. Con una impresionante altura de 12 metros, esta estatua fue erigida en el siglo XVII por el rey Dalden Namgyal. El paso más importante en la creación de una estatua de este tipo es la pintura de los ojos, que permiten a la estatua «ver». Ningún monje o artista se atrevería a mirar a los ojos de Buda, así que el artista pinta las pupilas mirándose en un espejo por encima del hombro.

También visitaremos Sangam, donde confluyen los ríos Zanskar e Indo, y el bonito y fértil pueblo de Stok con su palacio que domina el pueblo. Aquí almorzaremos con una familia local en el comedor del Gyab Thago Heritage Home, que es relativamente nuevo, pero está junto a una casa antigua que era su anterior ubicación. Después de comer, podrá visitar esta antigua casa para familiarizarse con la distribución tradicional de las casas de Ladakhi. La cocina se encuentra en el piso superior y tiene un fuego central para cocinar, así como utensilios y sartenes colgados de la pared. Los animales están en el piso inferior, donde también hay una sala para guardar la cebada durante el invierno y otra para rezar. Una zona en el tejado protege a los miembros de la familia del frío viento invernal, mientras disfrutan del sol.

Tras el almuerzo, visitaremos el palacio de Stok, construido en la década de 1840 como residencia de la familia real de Ladakh. Tras la invasión cachemir de 1837, se permitió al rey de Ladakh trasladarse aquí. La familia sigue viviendo en el palacio y lo gestiona como un pequeño hotel patrimonial, alquilando un par de habitaciones. El palacio alberga un museo bien surtido con joyas y ropas tradicionales de Ladakh, una amplia exposición de recuerdos reales y varios thangkas, pinturas religiosas budistas. La familia real ladakhí poseía gran parte de esta colección, incluido el bonito tocado turquesa de la reina y su estuche de madera.

Aquí también se puede visitar el palacio de Leh, de nueve plantas. Este palacio fue construido por Sengge Namgyal en la década de 1630 con piedra y madera junto con ladrillos de barro y mortero. A Namgyal se le conocía por ser un gran constructor de monasterios y fortalezas, además de ser el rey más popular de la época. El diseño de esta estructura era principalmente una versión en miniatura del palacio Potala de Lhasa. A pesar de estar en ruinas, aún hay mucho que explorar en este palacio, como el atmosférico templo que alberga en su interior. A medida que se avanza hacia los niveles superiores, las vistas son impresionantes. En el octavo nivel, el más alto, el visitante podrá disfrutar de una vista panorámica de Leh y de las montañas circundantes. Seguro que se sentirá cautivado por experiencias que le abrirán los ojos deambulando por los estrechos senderos que conducen a las casas antiguas, incluidos los túneles de baja bóveda del casco antiguo.

Vídeo del palacio de Leh 

Dispondrá de toda la tarde para relajarse o explorar. Quizás desee dar un pequeño paseo por el bazar y detenerse en varias tiendas de curiosidades para comprar frutas y verduras. A medida que avance, se topará con caminos laberínticos y varias casas agrupadas al pie de la colina del palacio. Eche un vistazo a los mercados tibetanos con sus perlas, corales, turquesas y lapislázuli a la venta. ¡Puede que encuentre alguna ganga! También hay otros tipos de piedras semipreciosas y joyas. Tras las compras, haga una parada en uno de los muchos cafés para degustar las cocinas india, tibetana y continental.

Los festivales de Ladakh son místicos, bonitos y llenos de alegría y color. Durante los festivales se celebran bailes y representaciones de lamas enmascarados que representan el triunfo del bien sobre el mal. Los lugareños acuden en masa a estos festivales, ataviados con sus mejores galas, para socializar, alcanzar méritos religiosos y participar en las celebraciones. Se puede esperar que acuda a estos festivales una multitud de gente procedente de toda la región.

Esa mañana visitaremos el Festival de Takthok (a 48 km de Leh), que se celebra los días 28 y 29 de julio. Se trata de un importante festival de Ladakh que siempre cuenta con una gran asistencia, tanto de residentes locales como de miles de peregrinos y viajeros curiosos. De paso, podrá visitar las profundidades del monasterio de Takthok donde hay una cueva, cuyo nombre se traduce como «cueva con techo de roca”. Se cree que aquí meditaba Guru Rinpoche. Escuche a los tamborileros tradicionales y los sonidos de los cuernos largos. Se cree que esta música elimina la ignorancia. Los monjes interpretarán su cham sagrado (danzas tradicionales para ahuyentar a los malos espíritus).

Vído del Festival de Takthok: https://www.youtube.com/watch?v=biicmQ00-hM

Otra opción es el Festival de Hemis (a 48 km de Leh), que se celebra los días 28 y 29 de junio de 2023. Esta celebración anual está dedicada al guru Rinpoche o Señor Padmasambhava. Hemis Gompa es el monasterio más grande e importante de la región. Se trata de un tesoro de libros raros, bellas pinturas budistas, estupas repletas de piedras preciosas y estatuas doradas.

El festival comienza a primera hora de la mañana con tambores y el tradicional sonido de los largos cuernos del monasterio. A continuación, se presenta un mural del guru Rinpoche para que la gente lo venere durante el festival. Los «cham», o bailes de máscaras, son el punto culminante de este festival. Se trata de bailes de máscaras interpretados por los monjes y los cuales representan el triunfo del bien sobre el mal. El Festival de Hemis es uno de los mayores de Ladakh, atrayendo a miles de peregrinos. Este festival es una buena forma de entablar contacto con los lugareños mientras se disfruta del colorido de las festividades.

Más tarde, realizaremos un interesante recorrido a pie por los lugares de Leh, acompañados por un guía de habla inglesa. Antaño, los reyes de Leh gobernaron una gran civilización que se extendía desde Baltistán, al oeste, hasta casi Lhasa, en el Tíbet. Leh fue la capital del antiguo reino de Ladakh y su casco antiguo es una especie de laberinto, con estrechas calles repletas de tiendas, coloridos bazares, una mezquita y varios templos. También hay un palacio tipo Potala en estado semirruinoso y el Palacio Real. Este recorrido nos mostrará el carácter medieval de la ciudad y cómo era antes de la era moderna.

Le recomendamos visitar el Centro Ecológico con exposiciones que muestran cómo un mundo en constante cambio afecta a la cultura ladakhí. En la azotea de este edificio hay una cafetería en la azotea donde podrá relajarse con una bebida o un tentempié, o quizás prefiera echar un vistazo a alguna de las tiendas o a las muchas y buenas librerías de Leh.

Al atardecer, se puede caminar hasta la no muy lejana Shanti Stupa y disfrutar de las vistas panorámicas. Hay que subir bastantes escalones para llegar hasta allí, pero el espectacular paisaje de Leh y la campiña circundante a la encantadora luz del atardecer harán que el esfuerzo merezca la pena.

Opcional: Ladakh ofrece un excelente rafting en aguas bravas. Si elige esta excursión opcional, disfrutará de los mejores raftings en río que haya hecho nunca, repleto de adrenalina. Remaremos desde Chilling hasta Sangam, un tramo de río de 30 km, que cuenta con unos paisajes impresionantes y rápidos de grado 3 y 4. Después de esta experiencia, atravesaremos los puertos de montaña con vistas al río.

Vídeo sobre rafting en el río Zanskar en Nimoo: https://www.youtube.com/watch?v=XPtboRHA1Xg

Este día nos dirigiremos hacia el oeste por el Indo y luego hacia el norte, a un valle donde se encuentra el hermoso monasterio de Phyang sobre una colina que domina el valle. Phyang, que se cree que data del siglo XVI y no es tan visitado como los monasterios del este de Leh, sigue siendo uno de los más importantes monasterios del valle del Indo. Este monasterio pertenece a la secta budista Kagyupa y presenta pinturas e imágenes muy detalladas. En este monasterio encontrará varios santuarios y frescos, así como un museo con una extensa muestra de finos bronces cachemires pertenecientes a las deidades budistas y al parecer originarios del siglo XIII. En el interior del monasterio también hay obras chinas y tibetanas, thangkas, armas de fuego mongolas y mucho más.

Fechas del Festival Phyang: 15-16 de julio de 2023

Nuestra siguiente parada es Alchi, un pintoresco pueblecito entre huertos de albaricoques y sobre el río Indo. Alchi alberga uno de los templos más antiguos y bellos de la zona y visitarlo es como retroceder en el tiempo. Este templo sobrevivió a guerras y terremotos y sigue en pie con orgullo después de 1.000 años.

Los frescos en su interior están tan bien conservados que suponen algunos de los mejores ejemplos del arte budista de esta época. El estilo de estas pinturas murales no es el mismo que se encuentra en otros monasterios del valle del Indo: tienen más influencia india o indoeuropea. En el complejo hay capillas con tallas de madera, bellas imágenes, estatuas y arte en estuco. Alchi se distingue de otros monasterios por su alto nivel de arte creativo y originalidad. Sin duda alguna, se trata de un lugar especial que no olvidará.

A continuación, nos dirigiremos a Likir, donde visitaremos Likir Gompa, un monasterio muy antiguo que data en parte del siglo XI. Este monasterio, como tantos otros, está encaramado en lo alto de una colina que domina el valle, con sauces y agua corriente a su alrededor. Likir tiene una estatua dorada del Buda Matraiya de 25 metros, la cual está orientada hacia el este desde la parte posterior de la gompa. Hay templos y salas bellamente decorados que explorar, así como un pequeño museo con una variada colección.

Tras la visita, nos dirigiremos a Nimmu, un pueblo situado a media hora de Likir, cerca de donde confluyen los ríos Zanskar e Indo. Nimmu es un bonito pueblecito con casas tradicionales de estilo ladaquí y huertos de manzanos, nogales y albaricoques. Pasaremos la noche en el Nimmu House Hotel, que fue el hogar de un primo del rey de Ladakh y ahora es un hotel con un patrimonio muy especial.

Por la tarde se puede explorar Nimmu, quizás echando un vistazo a los jardines y huertos, visitando el antiguo monasterio o paseando por el pueblo para conocer a los lugareños. También hay un antiguo caravanserai, que es una posada al borde de la carretera donde los viajeros (o caravaneros) podían reponerse de la jornada.

Vídeo del House Heritage Hotel: https://www.youtube.com/watch?v=rW-zwxHnBcQ

La ruta Nimmu-Nubra atraviesa el paso de Khardung La, a 5.359 m de altitud. Khardung La, que significa «paso del castillo inferior», era una importante carretera que conectaba Leh con varias rutas comerciales de Asia Central. Hoy en día, esta carretera sirve a viajeros y al ejército indio. El cartel de la cima afirma que es la «carretera motorizable más alta”, aunque hay otras partes algo más elevadas. Desde aquí se disfruta de una bonita vista del sur sobre el valle del Indo y las crestas y picos de la cordillera de Zanskar.

Haga una parada en el monasterio de Diskit antes de acampar en la aldea de Hunder. Este monasterio, encaramado a una roca que sobresale de un arroyo, está bien decorado y repleto de thangkas, murales, imponentes estatuas gigantes y antiguas efigies de Buda. Diskit es la sede principal del valle de Nubra y cuenta con un mercado repleto de tiendas donde se pueden comprar recuerdos para llevar a casa. Aquí, el Buda Maitreya de Diskit, de 32 metros de altura, domina todo el valle del Nubra y el río Shyok.

Tras conducir unas 6 horas, llegaremos a Hunder y donde nos registraremos en el bonito Hotel Stone Hedge, el Chamba Camp Diskit o el Nubra Organic Retreat, cuya temática gira en torno a la agricultura ecológica.

Tras almorzar, tendrá la opción de dar un paseo en camello bactriano de dos jorobas por las dunas de arena, con las montañas nevadas de gran altitud como telón de fondo.

Vídeo del valle del Nubra: https://www.youtube.com/watch?v=Ke-kRqr5RVw

Cenaremos y haremos noche en Hunder.

Esta mañana partiremos de Nubra hacia un lugar remoto de Ladakh, el lago Pangong. A medida que avancemos en este viaje, conduciremos atravesando altas montañas e impresionantes paisajes que solo han dado la bienvenida a unos pocos viajeros en tiempos remotos. Haremos muchas paradas antes de llegar a nuestro destino.

El lago Pangong es una enorme franja de agua de 134 km de largo situada a 4.250 m de altitud con solo una cuarta parte en Ladakh y el resto en el Tíbet. Este lago mide algo más de 7 km en su parte más ancha. El agua de este lago es muy salada y en ella se aprecian bonitos tonos azules. Este lago se hiela por completo durante el invierno. Las aves migratorias, como los patos brahmini, las gaviotas y los gansos, utilizan este lago como lugar de cría, mientras que muchas marmotas, zorros y otros animales habitan en sus cercanías. Si le gusta observar la vida salvaje y las aves, le encantará el lago Pangong.

Este lugar de Pangong Tso es único y precioso en todos los sentidos. A los fotógrafos les encantará hacer fotos por aquí, ya que las impresionantes vistas, acompañadas de los cambiantes tonos de las aguas de este lago, presentan un increíble escenario.

Pasaremos la tarde descubriendo los encantos del pueblo, pateando guijarros en la orilla del lago, nadando en el lago, paseando, contemplando las impresionantes vistas de la cordillera tibetana del norte y su dramático reflejo en el lago. Ya al caer la noche, podremos disfrutar de una comida en un ambiente tranquilo.

Información importante: las autocaravanas y campings cercano al lago están prohibidos debido al impacto que esto supondría en el equilibrio ecológico de la zona y en el medio ambiente. En el pasado, la belleza del lago sufría a causa de los residuos de plástico que no se eliminan de manera apropiada. Por esto, rogamos humildemente a nuestros huéspedes que no tiren basura.

Haremos noche en The Merak (con aire acondicionado central).

Hoy comenzaremos nuestro viaje de regreso a Leh. Al llegar a Leh, nos registraremos en el hotel y podrá disfrutar de tiempo libre. Puede optar por pasar el resto de la tarde descansando o darse el capricho de hacer otra excursión a la parte central de Leh, ya que resulta muy divertido pasear por sus laberínticas calles. Incluso los senderos y túneles de la parte antigua de la ciudad conseguirán mantener fácilmente su interés y fascinación. Aquí abundan las oportunidades de comprar artesanía tradicional ladaquí. Así que, merece la pena visitar el mercado de frutas y frutos secos, muy popular entre los lugareños. Quizá le apetezca comprar albaricoques secos para llevarse a casa.

Hoy empezaremos el día temprano, conduciendo hasta el aeropuerto para disfrutar de uno de los vuelos más pintorescos que se pueda imaginar. El avión sobrevolará los numerosos picos y glaciares de la cordillera del Gran Himalaya. Observe los picos del Nanga Parbat, el Nun Kun, el K2 y el Gasherbrum, resplandecientes de nieve, mientras sobrevuela la zona hasta llegar a Delhi. Sin embargo, su viaje no tiene por qué terminar aquí, ya que podrá embarcarse en la ruta del Triángulo de oro de Delhi o incluso una excursión al Taj Mahal, que se encuentra a tan solo unas horas.